El 11 de junio de 1926, Gladys Mortenson tuvo una niña en el Hospital General de Los Ángeles. Bautizada con el nombre de Norma Jeane Mortenson, pronto sabría que la vida está hecha de alegrías tristezas. Su madre la dejó al cuidado de su madrina antes de quedar internada en una institución psiquiátrica. Su padre —Martin Mortenson— había muerto en 1929, en un accidente con su motocicleta. La pequeña Norma Jeane pasó por orfanatos y hogares sustitutos hasta que por fin pudo establecerse en la casa de una tía lejana, que la cuidaría durante su adolescencia. n 1945, la belleza de Norma Jean se hizo inmensamente popular. Su imagen llegó a aparecer en la tapa de 33 de las más famosas revistas de la época. Aprovechando el éxito, un año después se despidió de su trabajo de operaría y se dedicó tiempo completo a su carrera de modelo. Pronto recibió la propuesta de trabajar en cine y el 23 de julio de 1946 firmó contrato con la 20th Century-Fox, por un salario de U$S125 a la semana. Durante aquellos comienzos, muchas personas se consagraron para aportarle algún atributo a su mitología. Emmeline Snively, la directora de la Blue Book Model Agency, se encargó más que nadie de sacarla del montón. La relación entre ambas mujeres fue tomada por varios biógrafos para fundamentar la hipótesis sobre la bi-sexualidad de Marilyn.